"La super red social que se encuentra en boga en la actualidad, ha generado un profundo sentido de propiedad social, de todos, algo que no es tal"
Los movimientos sociales han llegado para instalarse en el presente del país, buscando el beneplácito de sus iniciativas mediante la simpatía generada en las llamadas, redes sociales.
Estas últimas han sido el canal de las masas para organizar los movimientos, generar información, buscar adeptos, debatir, concluir y un largo etc. Las masas de personas ahora no solo expresan su disconformidad con el sistema de gobierno, económico o social mediante marchas, pancartas, barricadas o incluso destrucción, sino que el uso de la virtualidad o expansión virtual de sus personas en Internet, los hace incluso, aún mas poderosos, o eso es lo que quieren creer.
La creación de hashtag en twitter, buscando que éste llegue a convertirse en un trending tropic nacional, y mejor aún si lo es mundial, se ha vuelto una verdadera obsesión de parte de los usuarios “más comprometidos” con el uso de esta masiva red social. Verdaderas campañas que rozan el concepto de spam para lograr su cometido, siempre vigilando que en lo posible todo su TL se una a la causa social por la que luchan, despreciando a toda persona que ose siquiera poner en duda su sentido de justicia, convierten en realidad esta “lucha” en algo más de lo mismo de lo que, paradójicamente están en desacuerdo.
Sumado a esto, el ego expandido que desarrollan muchos usuarios al ver cómo crece el número de seguidores que tienen, finalmente van moldeando una personalidad monstruosa, que hace las veces de jueces y ejecutores de una justicia virtual que busca desnudar a aquellos que han marcado como culpables, instando a que se ejerza un ajusticiamiento público mediante pachotadas como la “funa”, bombardeando las extensiones virtuales de quienes apuntan sus dardos, publicando datos personales, generando casi un odio visceral contra el que ha sido juzgado, destruyendo su existencia en la virtualidad en que hoy, se sienten gobernantes.
Han hecho de esta red social un bien propio, una propiedad, una forma de comunicación que “debe” estar fuera de todo tipo de censura, una expansión de libre expresión, de libertad. Pero algo muy importante han olvidado, y es que esta red social no siempre ha existido. Fue creada por un grupo de personas, que además, no pertenecen a este país al que tanto quieren mejorar. Creen que el hecho de tener la posibilidad de crear una cuenta sin tener que desembolsar algún pago de dinero de sus bolsillos, le hace gratuito y público. Claro, si tomamos como gratuidad el hecho exclusivo de no usar dinero y público como el sentir que es de todos y propio. Mal, puesto que no significa directamente eso.
Twitter hoy en día está avaluada en miles de millones de dólares. Es una verdadera empresa de hacer dinero. ¿Pero Cómo; si ningún usuario paga un peso por crear una cuenta? Publicidad, análisis de perfiles, gustos, datamining, etc. Todo para que grandes compañías logren posicionar sus productos de la mejor manera posible. Por tanto, si bien es cierto no pagué con dinero directamente por el uso de la red social, si estoy pagando su uso por el solo hecho de usarlo (suena extraño ¿no?)
Esta poderosa red social no es de los usuarios, en realidad es de la hoy poderosa compañía que la creó y maneja, es “privada” y pueden hacer lo que quiera con ella, desde vender los datos personales de las personas inscritas, hasta censurar o aislar las expresiones virtuales que generan sus usuarios.
Incluso, pueden acceder a dar "censura" a petición, pues, puede ser parte de un servicio pagado. Aunque también existe la censura externa a la compañía. Censura ejercida por mecanismos propios de una un distribuidor de internet, o derechamente de un estado. Sobre esto último, pretender superponer la ilusión de público y gratuito, sigue siendo un chiste.
Por ello, la desfachatez de los actuales usuarios de exigir que no se les censure, de poner en duda la aparición o no de un hashtag u otro, de pretender creer que es “un servicio gratuito” y que prácticamente todos los usuarios son sus verdaderos dueños, es algo realmente irrisorio. Ni siquiera se detienen a pensar la razón del por qué una herramienta con un poder increíble, porque traspasa toda frontera, de todo tipo, de nación, social, económica, etc. pueda generar corrientes sociales, organizarlas y que ejecuten sus ideologías, sea “gratis”.
Pues, es esa gratuidad lo que lo hace tan increíblemente rentable para sus creadores. Crear la ilusión de que algo es “público” y que cualquier mortal de este mundo puede usarlo y hacerle creer que es absoluto propietario, es la mejor forma de tener miles de millones de usuarios y controlarlos, sí, controlarlos como se requiera. ¿Es acaso que por ejemplo, alguien con un jardín en su casa, no puede tener para sí el control de ese mini mundo? ¿Plantando flores de sus gusto, dándoles la oportunidad de crecer, que se desarrollen para luego, cortarlas y regalarlas, o mejor aún, venderlas?
Finalmente, la historia más actual ha demostrado que las grandes sociedades funcionan en torno a tendencias con periodos de duración que tienen un final. Moda, si se le quiere denominar de alguna manera. Nada garantiza la vida de las actuales redes sociales, puesto que la mentalidad y la personalidad social de las personas hoy en día, van cambiando de una forma rápida y vertiginosa. Puede que de un día para otro, estos líderes de sociedades virtuales, encuentren otro lugar, otra red social para verter sus pensares, filosofías, expresiones, etc., para que la actual en boga, muera y desaparezca, y la “propiedad” a la cual tanto querían, simplemente la dejarán en el olvido.
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